martes, 29 de octubre de 2013

Una vez más.

Tiempos teñidos de brisas marchitas, 
pero inmortales.
Lugares especiales, 
fiel reflejo de nuestra bella inmutabilidad. 

Tú. Yo.
Todo.

Se pusieron de acuerdo Cielo y Tierra.
O fueron la Luna y las Estrellas,
guiadas por una estela fugaz.
Rayos de brillantez.

Llámenle destino, llámenle fin.
Dulce creación del universo,
nada posee tanta plenitud.
Nada es más puro que lo nuestro.

Sucedió hace dieciocho primaveras,
cuando el firmamento iluminó nuestro océano encantado.
Supo aportar a la soledad un hermoso halo de luz.

Y, desde entonces,
todo fue maravilloso.

Años prósperos, 
repletos de un encanto inimaginable.
Leyendas que la posteridad se encargó de custodiar con cautela.

Fortuito o mera suerte, 
sin duda ha valido la pena.
Por ti y por mí.
Por hoy y ayer.
Por los años venideros...


JE T'AIME