martes, 28 de febrero de 2012

Toda una vida.

En el horizonte se observaba un decadente sol más propio del atardecer que de la fría y solitaria mañana. Aún así, la imagen del anaranjado cielo parecía ser símbolo de alegre luminosidad. Reflejo de como se sentía en ese momento.

No podía olvidar que era viernes por la tarde. El tétrico lunes era todavía una imagen confusa de algo que tardaría en llegar. La vida se componía de bellas imágenes que parecían demasiado reales: todavía tenía que pasar mucho tiempo para comprender que era una invención del subconsciente. Y es que la vida se basa en eso, en crear innumerables sueños a partir de una melancólica verdad.

El colorido de las faldas de las colegialas, la brillantez de sus castellanos del Corte Inglés y el olor a piruleta de fresa constituían el marco urbano de esas quinceañeras tardes. Fotografías que representan los buenos momentos de almas jóvenes, inocentes y felices. Salir, pasear, charlar... El tiempo es oro y los instantes se pierden, muriendo en el abismo de lo fugazmente efímero. Aprovechar cada segundo es la solución más institiva e inteligente; en definitiva, la mejor.

Sábados cargados de caminatas por el centro histórico de la ciudad: toda la tarde, desde el frío del ocaso solar hasta la llegada de una monótona pero atractiva oscuridad nocturna. Las calles principales de la urbe son recorridas por las pisadas de adolescentes ilusionados que han dedicado su tiempo a actividades basadas en el mero disfrute de lo simple, de lo natural y sencillo.

Nuevos centros de reunión: nuevas cafeterías, nuevos pubs, nuevas discotecas. Tener casi dieciséis años y desear pisar la latino del alejado Bosque. La ilusión de importalizar los momentos en unos poco saludables y calurosos Jardines. Soñar con comerse el mundo, planificando tontos pero mágicos proyectos. ¿La principal función? Ocupar gratamente el tiempo en existir, podría decirse.

Gente de diferentes pero a la vez similares colegios. Nuevas plazas donde pasar el rato, nuevas marcas de jerseys, nuevos y diferentes amigos; continuos cambios de moda en general. La imagen de una vida, de toda una vida.

¿Una mentira? No culpen a un inexperto individuo. No culpen a nada ni a nadie en general. Mentira o no, es el reflejo de una feliz realidad.