sábado, 17 de diciembre de 2011

Siento el frío de diciembre.

He divisado al horizonte una tenue luz que alumbra los corazones de los hombres. Un rayo brillante que desprende calor y felicidad, alegría y satisfacción... Una luz llena de vida, cual infante ilusionado y como un árbol que siempre florece.

Reflejo de un pasado esplendoroso, símbolo de la blancura propia de las nieves del norte. Pero también viva imagen de la oscuridad nocturna. Una noche mágica y cálida, repleta de sonidos musicales y artificios varios.

Allá caminaba erguida pero a la vez tranquila. Se podía leer la calma en su tez, así como se vislumbraban unas enormes ganas de vivir. Un carpe diem que no siempre es fácil de poner en práctica. Un ideal que no perdura en el mar y se torna frío cuando comienza la tormenta.

¿Tormenta? Dijo Eme... Puede que no estemos en una verdadera tormenta... Tan sólo estamos sumergidos en lo más profundo de las aguas y nos empeñamos en no salir de allí. Un fondo que sabe transmitirnos múltiples sentimientos.

¿Para que salir? Realmente ya lo he probado: no compensa. No compensa observar una realidad negativa e infeliz, un mundo dominado por el desamor y el egoísmo. Un mundo en el que lo objetivo no es más que un símbolo de todo lo que en verdad es el propio mundo, es decir, tristeza e imperfección...

La he perdido, pero bajo el mar continúa el sueño. Un sueño que la realidad me ha robado y que la ilusión me ha guardado.

martes, 30 de agosto de 2011

Felicidad.

Felicidad es despertarse sin despertador después de haber dormido bien. Felicidad es salir de la ducha antes de bajar a la calle. Felicidad es pasar un rato con tu madre o darle un beso a tu abuela. Felicidad es comer una bolsa de patatas en momentos de hambre. Felicidad es sacar buenas notas tras haberse esforzado. Felicidad es leer un libro que te gusta. Felicidad es ver una buena película. Felicidad es nadar en el mar y tomar el sol en verano. Felicidad es lucir una nueva bufanda y un nuevo abrigo en invierno. Felicidad es hacer un viaje a cualquier sitio...

Felicidad es disfrutar de los pequeños detalles, de las pequeñas cosas, de las tonterías que nos regala la vida: felicidad es pasar el tiempo con tu verdadera amiga.

viernes, 12 de agosto de 2011

Mi vida entera.



MÁS BONITA QUE NINGUNA, ponía a la peña de pie. Con más noches que la luna, estaba todo bien. Probaste fortuna en 1996, de Málaga hasta La Coruña, durmiendo en la estación de tren.

Más viciosa que ninguna, pero tan difícil de coger; tuvo un piso en las alturas, handle whit care. Probaste fortuna con héroes de barrio, Y CONMIGO TAMBIÉN... Algunos todavía dudan si vas a volver.

La estrella de los tejados, lo más rock and roll de por aquí, los gatos andábamos colgados...


YMSP.

martes, 26 de julio de 2011

El arte de vivir.

Todo cambia: las personas, las ideas, los lugares, el tiempo... Nada es como era al principio, todo evoluciona, pero no hasta peor o mejor, simplemente evoluciona. Sinceramente dudo que no quede nada de nosotros en el futuro. Los sentimientos y lo bueno es demasiado bonito como para que muera para siempre, como para que quede en el olvido. Creo que es imposible morir y que el ser desaparezca. El exterior, el físico, puede desaparecer, pero aquello que llaman alma, el interior... permanecerá siempre. Pueden llamarme loco pero creo que el cielo existe. No ese cielo de nubes, ángeles y un señor con barba al que llaman Dios, el cielo que cada uno quiera... Puede que me equivoque, pero todos lo hacemos. Nadie tiene toda la razón. Realmente me parece absurdo nacer para nada, para después de muchos años morirse. Por eso no me gustan las Matemáticas... todo es tan exacto que pierde su atractivo. Si solo hubiese ciencia en el mundo... ¿Qué nos haría feliz? Sonreír cuando te gusta algo, cuando estás contento y cuando todo va bien, o llorar cuando las cosas van mal. En ningún libro pone cuando hay que estar bien y cuando hay que estar mal, y si no lo sabes suspendes. ¿Realmente sería justo vivir para nada? Los listos dicen que no hay nada después de la muerte, pero es que no todo es exacto. La vida no es lógica, y menos el amor. Dejad de buscad a todo respuestas y no os las inventéis cuando no las tienen, si cosas como el amor y el sonreír no son lógicas, el nacer y el morir tampoco.



miércoles, 5 de enero de 2011

La importancia de lo cercano.

A veces es necesario viajar a 1000 kilómetros de distancia, viajar a países de otros continentes, a ciudades de otros lugares, para darse cuenta de lo que tenemos en nuestra casa. A veces hay que marcharse muy lejos para darse cuenta de que la persona que queremos está tan cerca de nosotros que ni lo podríamos imaginar. A veces hay que pararse a pensar que las cosas más simples nos llenan de felicidad: comer chocolate, reír con un amigo, leer un libro interesante, ver una bonita película. A veces hay que darse cuenta de que si no sabemos a dónde queremos llegar, tenemos que vivir el momento.