miércoles, 8 de agosto de 2012

Living the life.

Chocolate. Frappé de fresa del Starbucks, o del Vecchio. Un cielo claro y soleado, sin atisbo de nubes. La inmensidad del mar. Sonrisas. La suave melodía de ''Payphone'' (Maroon 5). Polo azul marino de Ralph Lauren, talla S. Pantalones cortos beige, de Pull and Bear. Converse blancas y alpargatas azules. Es verano. Pulseras de cuero, relojes de plástico, piel ligeramente bronceada. Risas. Cotilleos. Fotografías, películas, series de televisión. Amigos. La familia. Cumpleaños, diecisiete dieciocho años. Una coca-cola en el Amura, una cenita en Cambalache. Un paseo cerca de la Maestranza, un recuerdo de la Hípica. Un chupito de tequila. Un atardecer.

Un libro sobre la realeza decimonónica; la corte británica, el lujo imperial ruso. Recordando ''La Cenicienta'', ''101 Dálmatas'' o un cómic de ''Mortadelo y Filemón''. Amando España, su idioma, su historia, su cultura, sus tradiciones. Galicia y su paisaje, sus playas, sus bosques, su clima. La Coruña, la ciudad más bonita del mundo. Un poema de Bécquer, de Espronceda. Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno. Un cuadro de Miguel Ángel, un palacio barroco, un traje de dandy inglés. Nueva York, Roma, París, Madrid. Europa, América. Una ayuda a los pobres, un canto de esperanza, una pizca de alegría, de optimismo.



Vivir.