sábado, 11 de febrero de 2012

Yomímeconmigo.

¿Qué es la felicidad? Algo demasiado abstracto y personal. Te diré lo que es para mí:

Preparar ilusionadamente un elaborado disfraz para Carnaval. Elegir uno entre un millón de trajes para lucir en fin de año. Comprar nuevos y coloridos bañadores poco antes del comienzo de la temporada estival. Reírme en clase con mis compañeros y morirme a carcajadas con mis amigos. Bañarme en el mar Atlántico un caluroso día de agosto. Pasarme una tarde de invierno mirando las novedades de Zara, Pull and Bear y Bershka. Sentir la satisfacción de haber aprobado un examen con buena nota. Comer un plato de patatas bonilla tras haber saboreado ocho onzas de chocolate con leche. Recordar el pasado con nostalgia sonriendo ante los buenos momentos. Escribir. Profundizar acerca de nuestra historia contemporánea universal. Conocer la evolución de La Coruña e investigar mi pasado más cercano. Pasear por la calle Real, aunque ya no se lleve tanto. Salir todos los sábados de noche pero sin dejar de estudiar lo necesario. Intentar ir al Amura aunque nadie quiera. Publicar nuevas entradas en mi blog personal. Tomar una coca-cola en el Rocco mientras improviso mi propio vocabulario (''chempre cum''). Cenar un sábado en el Populis o en Gastoph para luego beber en el Tortoni. Conectarme diariamente al tuenti escribiendo nuevos estados y tablones. Mascar una media de cinco ''chaicles'' diarios, como mínimo. Nadar entre diez y veinte largos semanales en la Hípica o en la Solana. Tomar el sol para que el blanco de mi piel se convierta en un dorado anaranjado. Hacerme fotos a mí mismo y al paisaje urbano y natural que me rodea. Sentir el frío de una soleada mañana de enero. Escribir mil tweets en twitter. Combinar la ropa de manera diferente cada día. Reflexionar sobre el sentido de la existencia. Soñar despierto pero siendo consciente de los límites de la realidad. Recordar, olvidar, proyectar, saltar, gritar... ¡Volar!

Para mí, felicidad es disfrutar de la vida, porque no hay nada más importante que eso, y es necesario aprovechar cada insignificante segundo. ¿Carpe diem? ¿Por qué no?