viernes, 23 de agosto de 2013

E.

Unidos.
Por el amor a los bosques,
su aroma a frescura eterna.
Unidos, por la pasión por los ríos.
Madre Tierra, vieja pero sabia.

Unidos por la belleza del rostro,
por el culto al perfil, a unos brillantes ojos.
Unidos por la soledad,
por los largos paseos al amanecer.
Por el miedo a vivir.

Porque sí, Oh, bella Ninfa.
Nuestra belleza es un fin en sí misma.
Su valor es inmune al espacio, al tiempo.
Inmune al dolor, inmune al vacío.
Es verdadera.

La pluma de Shakespeare, de Homero, 
los versos clásicos más bellos.
Literatura antigua, inmortal arquitectura,
Grecia entera nos ha unido.

Unidos por la Libertad. Ella, única,
enemiga de las pretensiones,
pura y transparente.

Ella nos guio hacia los barcos,
hacia un mundo de pájaros.
Nos enseñó el océano. Y eso,
fue eso lo que más nos unió.

Ella, dulce Libertad, 
ella nos dio alas para volar.
Para volar sobre el mar.